Hoy por la tarde nos recetamos una buena serie de (crudas) reflexiones en torno al arte, la producción artística y la ilustración.
La Miss Maryann, dibuja y dibuja mientras se pregunta sobre las carencias teóricas, que le ha dejado la licenciatura y se preocupa por la forma en que resolverá la investigación en su maestría.
Le pregunta a la Miss Bere, que siempre doctoral responde, sobre las estructuras teóricas de los artistas, revisamos a Giorgio Morandi (supremacía italiana) y sus bodegones y seguimos en un viaje por la historia del arte (no las olvidamos Saskia y Cornelia), y seguimos hablando de autenticidad, originalidad, creatividad, mientras afuera llovizna y llovizna.
Brincamos al cine de Bertolucci y una película que me encanta: 1900 y a la mágica pintura de Giuseppe Pelliza da Volpedo (paisano) que esta en un museo de Milan. Y que singularmente cuenta con una copia en un muro viniéndose abajo, frente al Palacio de Lecumberri y que es entre una aberración y una alucinación.
Después visitamos la Pinacoteca de Orizaba, Ver. Que conocí por un libro de Martha Ordaz, alumna del curso en Xalapa y que me encanto, esa pintura costumbrista del siglo XVIII y XIX es maravillosa, me lleno los ojos de alegría y siempre me da ideas para trabajar.
Yo les decía a las Misses, que me preocupa como la ilustración para libros, se va homogeneizando, (calcetas y camisetas a rayas, sombreros, aun peor Manga) y va perdiendo identidad y que poco a poco los ilustradores jóvenes (y algunos, no tanto) se van por caminos fáciles, sin análisis, ni reflexión, y menos aun con identidad, y que lo que quiero siempre en mis cursos y diplomados, es que los participantes, tengan (diría el maestrazo Leonardo Vázquez) un encuentro consigo mismos, para hacer una propuesta personal que enriquezca la iconografía que será “el primer contacto de los niños con el arte”, esto lo dice Martin Salisbury.
Mientras afuera sigue lloviendo y la ropa no se seca y no se puede cosechar.